Rodrigo Cañedo

CONVERSANDO CON RODRIGO CAÑEDO (6/3/79)

Por Gonzalo Yuste,
CEO y Co-fundador de The Seëlk

Rodrigo Cañedo (diseñador industrial) es, de todas las personas que conozco, la que más ama su trabajo. Y de todos los padres, sin duda el más volcado con sus hijos. Ya sólo por ello es uno de esos tíos que merece la pena tener cerca, pero es que además destaca también por ser absolutamente libre, valiente, divertido, refinado, ultrabondadoso, cercano, cosmopolita, ambicioso, leal, y sin duda el mejor anfitrión del mundo… Cuando le conocí hace más de 15 años me impresionó su genialidad creativa y sobre todo su pureza “infantil”, sin artificIos. Y en todos estos años, tal y como intuí al inicio, nunca he visto en él trozo alguno de ese personaje tras el que todos nos solemos ocultar para poder lidiar con la vida y, especialmente, sus amarguras. En él, sólo hay esencia, verdad.

TRABAJO · PASIÓN

Nos conocimos en 2008 a raíz de SAS3, una sastrería que monté con José María Barajas. Nos diseñaste de todo (logo, packaging, portatrajes…), y todo lo que nos hiciste me sigue pareciendo una pasada. Ha llovido mucho desde entonces, cuéntame por favor qué cosas has hecho estos años, y para el que no te conozca, también de donde nace tu pasión…

Siempre me ha gustado la estética, desde niño, y específicamente del dibujo. A medida que crecí, descubrí que quería ser diseñador industrial y, afortunadamente, he podido desarrollarme profesionalmente en ello haciendo de mi pasión mi profesión. Es una pasada ver mis ideas tangibilizadas, ese momento en el que por primera vez tengo en mis manos un objeto que al principio sólo era una idea en mi cabeza. A lo largo de estos años he diseñado todo tipo de productos que luego se han convertido en realidad: juguetes, coches, camiones, cascos, gafas, electrónica de consumo, interiores de aviones para varias aerolíneas y un montón de cosas más.

¿De entre todos tus trabajos, de cuál estás más orgulloso?

Por el éxito que tuvo, del “Crazy Chicken“, un juguete del que se han vendido más de 6 millones de unidades. Y, aunque al final no salió adelante, de que me contactara la NASA para hacerles un proyecto. Desde ese día voy “pecho palomo” por la vida. También estoy muy contento, por la complejidad del trabajo, de un camión Herko que acabo de diseñar. Y esto es sólo lo que puedo contar, me dejo en el tintero un montón de cosas chulísimas que por temas legales no puedo comentar, proyectos para multinacionales coreanas, japonesas o estadounidenses que tocan nuestras vidas a diario.

¿Cómo consigues llegar a clientes de ese nivel?

No hago labor comercial, el trabajo llega gracias al boca a boca. Nunca he buscado montar un estudio con muchos empleados, prefiero coger proyectos de calidad, dedicarme a ellos al 100% y dar lo mejor de mí. Eso sí, hay proyectos que por la dimensión que tienen no puedo abarcar sólo. Por suerte a lo largo de los años me he hecho con un “equipo A” de diseñadores e ingenieros que colaboran conmigo si el proyecto lo requiere.

Un autónomo en España… No se me ocurre colectivo peor tratado.

Que haya que pagar cuota de autónomos factures o no, es una injusticia absoluta, que explica bien la mentalidad antiempresarial que hay en España, pero no quiero entrar en eso. Ser autónomo es un formato que no cambiaría por nada, me gusta ir por libre, sin ataduras, contratando a profesionales por proyecto. Para hacer un trabajo creativo es clave trabajar con gente motivada, y si contratase a gente que estuviera sentada a mi lado todo el día terminaríamos perdiendo nuestra creatividad. El ser humano no está hecho para estar sentado delante de un ordenador. Mientras pueda, utilizaré esta fórmula, que me permite gestionar mis horarios libremente y explorar a mi aire actividades y proyectos de puro enriquecimiento personal.

Siempre me ha parecido que en España, en comparación con otros paises (EE.UU, UK, Fracia, etc), la estética (que es forma, pero también fondo) no se valora lo suficiente…

La gente se piensa que los diseñadores somos unos “fumaos” de la vida, creen que es una profesión de “pinta y colorea” y que cualquier cosa se la puede hacer el cuñado, y nada más lejos de la realidad. Un buen diseño implica engranar un mecanismo complejo: tendencias de mercado, estrategia de empresa, visión de marketing, comercial y fabricación. Sin mencionar los temas legales, estoy acostumbrado a firmar contratos de confidencialidad más extensos que El Quijote.

DEPORTE

Sigues al pie de la letra una máxima que siempre les digo a mis hijos: que disfruten del deporte como protagonistas, no como espectadores…

Desde pequeño he sido una persona muy inquieta y con mucha energía. Me encanta sobre todo montar en bici, porque me permite moverme con independencia, especialmente por el campo. También me encanta correr, esquiar y el windsurf. Busco siempre deportes que me permitan moverme libremente, y estar en contacto con la naturaleza. Como anécdota te cuento que gracias al windsurf he vivido momentos únicos como tener ballenas a 2 metros de mi o dislocarme el hombro en alta mar y tener que ser rescatado en varias ocasiones… pequeños placeres de la vida : )

MÚSICA · LIBROS

Elige un grupo de música Imposible quedarme con uno. Escucho desde Romeo Santos, Muse, Yung beef, Teddy Pendergrass, White Lies, Twin Shadow, hasta clásica u ópera, depende de cómo tenga el día. Un disco “Runaway” de Kanye West. Una canción “Samba pa ti” de Santana o “Cemetery Gates” de Pantera. Una película Babe, el cerdito valiente. Un libro Soy cero lector, tengo una mente a la que le cuesta horrores concentrarse leyendo sin perder el foco.

MODA

Tu estilo es…

Muy personal. Me gusta cambiar de looks y variar, mi ilusión por las mañanas es pensar qué me voy a poner hoy y salir vestido como a mi gusta, muy libre, sin etiquetarme. Vivo la creatividad en todo lo que hago, y en la moda también.

¿Quienes son tus iconos de estilo?

Christian Bale, Charlie Hunnan, Tosin Abasi y Snoop Dogg. Este último me parece un tío único, con una personalidad arrolladora, que vive la vida a su forma, totalmente libre de prejuicios ajenos. Eso para mi es tener estilo.

¿Qué te gusta de The Seëlk?

Me gusta mucho cómo cuidáis los detalles de las prendas. De un primer vistazo parecen sencillas pero cuando las miras de cerca puedes apreciar un montón de detalles chulísimos. Me flipan por ejemplo las corbatas Grenadine por la transparencia del tejido.

PERSONAL

¿Tu mayor virtud?

Polivalencia, soy todoterreno.

¿Tu mayor defecto?

Muchísimos… Sobre todo no saber decir no, es uno que me da quebraderos de cabeza pero voy puliéndolo poco a poco. También que voy demasiado a mi bola, mis amigos y familia están hasta el gorro de no localizarme… aprovecho para pedirles disculpas 🙂

¿Qué aprendiste de tu padre? ¿De tu madre?

De mi padre la simpatía, de mi madre la perseverancia. Gracias a ellos puede irme a estudiar a Estados Unidos, aproveché la oportunidad que me dieron al máximo, espabilé, viajé todo lo que pude, y al mismo tiempo disfruté estudiando (con notazas eh!)… Les estaré eternamente agradecido, porque me fui siendo un cachorrillo y volví siendo una máquina letal.

¿Qué valores intentas enseñar a tus hijos?

Intento enseñarles a ser todoterreno, a que aprovechen cada momento al máximo (el tiempo pasa y no vuelve) y que no pierdan el tiempo en chorradas. También a tratar a todo el mundo igual, con el mismo respeto. Y sobre todo les digo que “darse piñas” es fundamental para aprender, así que en lugar de relamerse las heridas, es mejor que saquen las enseñanzas de los errores y se levanten rápido.

Has tenido unos últimos años “ajetreados” a nivel personal. ¿Qué has aprendido de ello?

Que soy indestructible. Me separé de mi mujer, mi perro murió, me despidieron de mi anterior trabajo y monté mi empresa, todo ello en un plazo de 3 meses. Si pude con eso, puedo con todo. Evidentemente no fue fácil, pero una vez las cosas se fueron colocando, pasé a estar haciendo exactamente lo que quería y donde quería, al 100%.

Y como despedida, dame una cita.

Te dejo una de mi cosecha “Con ilusión y proactividad se llega a donde quieras”. Y una que no es mía pero que aplico siempre “Es mejor pedir perdón que pedir permiso”. Y para cerrar, les mando un beso a mis hijos,
Roco y Viggo.

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