Francisco Esteban Bernal y Juan Manuel Gómez García

CONVERSANDO CON FRANCISCO ESTEBAN BERNAL (7/8/83) Y JUAN MANUEL GÓMEZ GARCÍA (23/3/95)
Por Gonzalo Yuste,
CEO y Co-fundador de The Seëlk
Quedar a charlar un 20 de Julio a las 17h de la tarde en pleno centro de Sevilla tiene su aquel. Juan (el fotógrafo) y yo llegábamos directos en coche desde Madrid y, como era de esperar, la ciudad nos recibió con un crochet al mentón que casi nos tira al suelo. Afortunadamente, habíamos quedado en el espectacular hotel Unuk, así que en cuestión de minutos y tras varias botellas de agua, estábamos listos. En cambio, Francisco Esteban Bernal y Juan Manuel Gómez García llegaron relajados y hechos un pincel, así que dimos inicio de inmediato a fotos y confidencias.
Esta es la primera entrevista a dúo que hacemos y es que, en este caso, tiene todo el sentido porque ambos comparten cosas muy especiales. Por ejemplo, los dos nacieron en un un pueblo: Fran en Corteconcepción (Huelva, con menos de 600 habitantes) y Juan Manuel en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Los dos vinieron a Sevilla a estudiar y ejercer su vocación, la abogacía. Los dos tienen una gran sensibilidad, cultura y retórica, lo que les hace grandes conversadores. Los dos tienen un estilo elegante y refinado que llama la atención nada más verles. Y casualidades (para el que crea en ellas) de la vida, el padre de Juan, que fue un brillante abogado mercantilista, fue profesor de Fran en un Máster de la Fundación Cajasol. Años después, Juan cursó ese mismo Master, siendo esta vez Fran su profesor, curiosamente, de la misma asignatura que le dio a él el padre de Juan.
SEVILLA · ANDALUCÍA
Para romper el hielo, os hago una pregunta para “hacer amigos”. Y antes de nada, señores letrados, que conste en acta que de todas las maravillosas ciudades que tenemos en España, mis preferidas son Barcelona, San Sebastián y Sevilla… ¿Qué hay de cierto en el cliché de que Sevilla es una ciudad clasista y que se mira en exceso el ombligo?
Fran: Sevilla no es una ciudad fácil, al principio la gente es un poco hermética. Viniendo de donde venía tuve que pasar una pequeña travesía por el desierto para integrarme. Pero gracias a algunos amigos que tenía aquí se me abrieron muchísimas puertas y por ahí fui, lentamente, entrando en círculos cada vez más relevantes de la ciudad.
Juan: En mi caso, al ser mi padre profesor en la Universidad de Sevilla, nunca me he sentido un extraño aquí. Pero sí comparto lo que dice Fran de que no es fácil entrar en ciertos círculos si no eres de aquí. Aunque la ciudad ha evolucionado muchísimo tiene un punto clasista, “estás con nosotros y eres bienvenido, pero no olvides que no eres de los nuestros”. Eso forma parte también del encanto y la idiosincrasia de la ciudad y yo la amo, con sus todos sus matices.
Otro cliché, la rivalidad con Málaga, ciudad que ha cogido un vuelo económico en los últimos lustros, que parece le ha dado el liderazgo económico de Andalucía.
Fran: Todas las ciudades que dan al mar son más abiertas por definición. Y Málaga desde hace mucho tiempo tiene una estabilidad política en su Ayuntamiento que le ha permitido poder hacer proyectos a más largo plazo. Está trayendo mucho capital extranjero, no sólo en infraestructuras turísticas, también especialmente en materia tecnológica, allí se están construyendo los edificios más modernos de Andalucía… Sevilla se ha visto siempre muy amparada en la concentración de poder por ser la capital de la Junta (con todo lo que eso ha supuesto durante tantos años), y Málaga, en cambio, ha tenido que coger otros caminos y lo ha hecho muy bien y se vende muy bien.
Juan: Apuntillando lo que dice Fran, hay que recordar que Sevilla fue la puerta al Nuevo Mundo, y eso le dio una magnitud enorme a la ciudad, y la ha influenciado hasta nuestros días. Desgraciadamente, desde su cénit, Sevilla (como España), se ha ido degradado poco a poco y eso hace que nuevos lugares, como Málaga, puedan competir al mismo nivel.
Sin querer meterme mucho en disquisiciones políticas, me gustaría que me dijerais si se nota mucho el cambio de color político en el gobierno de la Junta tras tantos años.
Fran: Ya llevamos algunos años con un gobierno de distinto color y, por tanto, tenemos de nuevo estabilidad política, y eso da seguridad jurídica. Eso significa inversión porque el dinero es miedoso y quiere un horizonte temporal claro. En los últimos años ha habido una cierta intención de reducir trabas burocráticas, normas e impuestos y eso ha traído mucho capital. Y digo “cierta intención” porque se ha hecha dentro de las limitaciones fiscales fijadas a nivel estatal. El nuevo gobierno supo supo leer muy bien qué tenía que hacer, porque Andalucía es muy conservadora, es decir, reacia a los cambios, y no está preparada para que se toquen muchas cosas de golpe.
Para cerrar este apartado vamos a algo más frívolo. Recomendaciones para el que quiera venir un fin de semana a esta ciudad.
Fran: Sin duda este hotel, el Unuk, un 5 estrellas moderno y elegante en pleno centro de la ciudad, además el restaurante es magnífico. Un sitio, de verdad espectacular, por eso te propuse hacer la entrevista aquí. Y luego por supuesto el Hotel Alfonso XIII, un emblema de la ciudad. Yo ahora trabajo en frente y muchas veces miro por la ventana y pienso “qué suerte tengo de tener estas vistas”, sobre todo cuando cae la noche. Del tema restauración, hay que reconocer que aquí se come muy bien. Yo soy muy tradicional, los que más me gustan son quizás El Espigón y Jaylu. Y luego hay otros, que van más allá de la mera experiencia gastronómica con enclaves únicos como son María Trifulca o Casa Ozama.
Juan: Mencionaría algunos históricos de la ciudad como Casa Moreno, La Isla o La Barra de Inchausti. Son lugares míticos, que respiran la esencia de Sevilla.
TRABAJO
¿Abogados vocacionales?
Fran: Si no es vocacional, no sé cómo se puede ejercer una profesión que convive tanto con el fracaso. Yo no estoy todo el día litigando, pero cuando vas a juicio estás nervioso, porque es una gran responsabilidad y ante cualquier error puedes perjudicar gravemente a tu cliente. Y eso que te hablo del mercantil, imagínate un penalista, donde está en juego la libertad de una persona.
Un médico busca salvaguardar tu vida, y no hay nada más importante que eso. Pero un abogado busca salvaguardar tu libertad, tu patrimonio (y el de tu hijos), así que la responsabilidad es máxima, y por tanto hay que tomársela con la seriedad correspondiente.
La gente habla del Estado de Derecho sin saber realmente lo que es. Es un concepto más sencillo de lo que parece: es el Estado sometido al Derecho. Y por eso, un pilar de nuestra sociedades es el desarrollo y ejercicio de nuestra profesión, que es lo que garantiza que uno pueda poner en práctica sus derechos. Yo te puedo reconocer los derechos que tú quieras, pero si no los conoces y reclamas, no te sirven de nada.
Mi padre, a pesar de ser un lego en la materia, era el juez de paz del pueblo, que es una figura poco conocida pero que existe en los pueblos y que tiene atribuidas determinadas funciones. Eso me dio una cierta aproximación a lo que era el sistema de Justicia. Y además siempre me ha gustado poder defender intereses ajenos. He sido muy consciente de que hay gente que no es capaz de defender sus propios intereses en una negociación, ya ser por falta de asertividad u otras razones.
La primera actuación profesional que hice fue en tercero de carrera, defendiendo a mi propia familia, por un deslinde. Me estudié aquello como si fuera lo último que iba a hacer en mi vida y me apasionó. Esa pasión la mantengo y, por eso, no me ha ido del todo mal.
Juan: Yo soy muy joven, y mi camino como abogado está en sus inicios. El Derecho es mi pasión, es algo vocacional, y lo estoy disfrutando, pero aunque me está está enseñando muchísimas cosas, también me está enseñando cómo no quiero ser.
Fran, entiendo que con tantos años de experiencia, habrás hecho alguna vez de abogado del diablo ¿Qué tal se duerme en esos casos?
Perfectamente. La presunción de inocencia es un pilar básico. Todo el mundo, por ejemplo, tiene que tener acceso al principio de contradicción y poder contar su versión. A veces alguien te dice “Yo no defendería a Fulanito” y yo pienso, “Si tu hijo fuera ese Fulano, ¿preferirías que se le hiciera un juicio sumario o uno con todas las garantías?”.
El problema de hoy en día es que muchas veces se hacen juicios paralelos. Un caso claro fue lo que pasó aquí en Sevilla con el caso Arny, con nombres muy famosos que salieron a la palestra. Hay un documental, bastante bueno, que cuenta la historia en detalle, con declaraciones de algunos de los mejores abogados de la ciudad. En aquel momento muchos tendrían la tentación de preguntarse “¿Y yo voy a defender a un pedófilo?”. Y, sin embargo, luego te das cuenta de porqué el sistema tiene ciertas garantías. Todo cliente tiene sus razones, la otra parte lo mismo, y ambas merecen ser escuchadas.
Tu respuesta me parece espectacular, así que es momento perfecto para hacer un cambio de tercio. Vosotros tenéis prácticamente una relación mentor-mentorado…
Fran: Cuando cuando pienso en alguien que está empezando su carrera profesional, pienso en mí. Yo en mi caso partí absolutamente de cero, por no decirte de menos cincuenta. He tenido que trabajar mucho, poniendo el foco en ayudar a mis clientes y a las personas que han trabajado conmigo. Por eso, todo aquel que se me acerca para pedirme algún consejo le ayudo en lo que puedo, y le animo al ejercicio de la profesión, que es muy bonita, pero advirtiéndole de la dureza de donde se mete. Luego, obviamente, hay personas con las que entablas mayor conexión. Juan y yo estuvimos poco tiempo en el mismo despacho de abogados y luego en el máster, y eso dio pie a una amistad. Me enorgullece que en decisiones personales y profesionales me consulte y me pida opinión. Que alguien busque tu ayuda es de las cosas más bonitas que te pueden pasar.
Juan: Fran, además de ser una persona con mucho prestigio profesional, es una persona con mucho criterio. A mí me ayudó mucho cuando yo estaba estudiando el máster. También, cuando quiero consultar alguna decisión importante, hablo con mi abuelo, que el pasado 7/7 cumplió 90 años y mantiene la lucidez intacta. De forma más general, decirte que todo el mundo tiene algo que enseñarte. Mis amigos me dicen “Tío, te paras a hablar hasta con el tonto del pueblo”, y es que a mi me gusta mucho escuchar. Hay personas que a lo mejor no te sorprenden con su inteligencia, pero sí con su bondad infinita, con su naturalidad, su ternura. Y a mí, tratar con gente así me aporta.

RUTINAS ANTIESTRÉS
Vamos a un tema que me apasiona: rutinas para lidiar con el estrés, que en vuestro caso, con la cantidad de horas que trabajáis, no debe ser bajo.
Fran: A mí, si te digo la verdad, mi trabajo me apasiona y me pesa poco. Pero a diario busco momentos de evasión con la lectura.
Juan: También me apasiona lo que hago, ejercer la abogacía es mi sueño desde niño. Pero necesito volver a Sanlúcar, mi pueblo, necesito pasear por la playa, desayunar el sábado en el sitio de siempre, dar mis paseos por allí en soledad pensando en mis cosas… Allí conecto con mi infancia y estoy con la gente que más quiero en el mundo. Ojalá algún día pueda volver a establecerme allí. Tengo la inmensa fortuna de ser de un pueblo, y aunque es un término denostado, yo he sacado muchas cosas buenas de allí: en un pueblo hay hospitalidad, servicio a los demás, “hoy por ti, mañana por mi”. Este mundo del Derecho es receloso y cerrado, no hay muchas personas que te abran las puertas como lo ha hecho Fran conmigo, quizás hemos conectado bien por ser ambos de pueblo, donde estamos más acostumbrados a abrirnos con el de al lado.
Y por otro lado, me gusta mucho escribir, es una escapatoria donde vuelco reflexiones y sentimientos a los que necesito dar salida.
CINE · SERIES · LIBROS
Juan: Me gusta el cine español, en todas sus épocas. Por decir alguna no muy antigua, “La Isla Mínima”. Y como enamorado que soy de Italia, menciono dos de sus joyas: “La Vida es Bella” y “Cinema Paradiso”.
Fran: No soy nada cinéfilo, pero sí hay dos series que me han entusiasmado. “Juego de Tronos” y “Breaking Bad”. La primera muestra dinámicas en las relaciones personales y de poder que son extrapolables a muchos ámbito de la vida, incluida nuestra propia profesión. La segunda explica muy bien el punto al que puede llegar una persona de bien cuando todo le sale mal. Me genera empatía esa idea de “Me he cansado de ser bueno, de seguir el camino recto, de pagar impuestos…Ya no puedo más”.
Libros, me apetece que me contéis, es un tema del que hemos hablado en otras ocasiones y sé que de la importancia que tiene para vosotros.
Fran: En mi juventud leía mucha novela nacional e internacional y, de entre todos ellos, mi preferido era Pérez-Reverte. Pero hace mucho que mi modo de entender la lectura no pasa por la novela. Mi premisa es que el conocimiento no está en tantos libros. Yo te diría que en unos 1.500 libros está el conocimiento básico humano. Eso es abarcable a lo largo de una vida como lector, no es un locura leer partes de esa cantidad de libros en una vida. Yo me centro mucho en leer sobre historia, economía, filosofía y política, y te confieso que son pocos los que leo enteros, soy capaz de encontrar lo relevante del libro sin necesidad de la lectura completa.
En temas económicos me gusta leer a los liberales de la escuela austriaca, como Hayek o Von Mises. Por ejemplo, “La mentalidad anticapitalista” de Von Mises, me marcó mucho. En temas de historia me gustan los libros de Pío Moa. Es un autor muy criticado, que ha reescrito algunos momentos de la historia de España, en mi opinión, con mucha solidez. Otro libro que me ha marcado es el clásico de Ortega y Gasset, “La rebelión de las masas”.
Los libros me han ayudado a a formarme un espíritu crítico y un pensamiento propia, a través de una lectura reflexiva. De hecho leer ensayo no se hace por placer, se hace para comprender. Las Humanidades son necesarias si quieres enriquecerte también a nivel profesional y así me lo demuestran los mejores abogados que conozco. El conocimiento de otras materias te ayuda a entender mejor el funcionamiento de las cosas y de las personas. Como dice un amigo mío, “un ingeniero que no sabe nada de Humanidades, sólo es un bárbaro tecnificado”.
Juan: Yo no hago una lectura tan reflexiva ni tan exquisita como la de Fran, pero quiero mencionar un libro muy simple de microrrelatos del que ya te hablé hace unos semanas cuando nos vimos en Madrid, que me ha hecho reflexionar mucho. Se llama “Nada importa” de Jesús Terrés. En él habla de esas pequeña cosas que realmente importan: la comida de los domingos con tu madre, un paseo por Madrid, un café en cualquier terraza en soledad, el beso de tu abuela… Quizás por mi momento personal me ha venido muy bien para darle importancia a lo que la tiene y quitársela a lo que no la tiene. Hay que disfrutar cada instante, algunos de ellos muy especialmente. Y menciono la última novela que me he leído, que me ha encantado, “Bullshot: Expediente Guanahani” de Guillermo Balmaseda y Álvaro Pascual.
MODA
Lo único en lo que rivalizáis es en ser el abogado con más estilo de Sevilla…
Fran: Jajajaja… Bueno, yo creo que Juan en eso me superó hace mucho porque, entre otras cosas, le dedica más tiempo que yo… Jajajaja…
Juan: Que va, el maestro es el maestro… Jajaja…
Fran: A nosotros nos gusta mucho hablar de moda, compartir cualquier novedad que haya en la ciudad o a nivel nacional. No es fácil encontrar a alguien con quien compartir este interés.
Sevilla es un sitio donde se conserva más la tradición de llevar corbata, mucho más que en Madrid, donde casi ha desaparecido. Yo sigo pensando que las formalidades en nuestra profesión son importantes. Es bueno que alguien que litiga vea seriedad en quien le representa, ya sea con la toga en el juicio o con traje y corbata en una reunión. De igual forma que cuando estás en un juicio te encuentras al juez con una toga y sus puñetas. Todo eso eleva la institución. Yo no me imagino celebrar un juicio sin corbata (cuando lo veo me chirría) y eso lo extrapolo al resto del día a día de un abogado.
Juan: El ejercicio de la ciencia jurídica tiene mucho de formalidad. Dicen que “el que es torero, lo es dentro y fuera de la plaza” y así es como vivo yo mi profesión. Leyendo escritos que tenía mi padre guardados en casa que he tenido la inmensa suerte de leer, se aprecia un respeto de los abogados a las formas (hablando, vistiendo) que hoy, por desgracia, no existe. Cuando vas al médico espero que me atienda con su bata blanca puesta. Pues cuando alguien va a un abogado, espera un tío con traje y corbata.
No es frecuente encontrar hombres a los que gusta la moda, así que os pido una reflexión general sobre la moda.
Fran: La moda tiene una parte muy fea que es cuando se convierte en consumismo y que todos, por desgracia, la hemos padecido en algún momento. Cuando vas madurando te cuestionas cosas, y comprar deja de ser es un hobby o un mero desahogo. Me decía alguien hace poco que el uso medio de una prenda entre los jóvenes de 15 y 25 años es de 3’5 veces. Eso es insostenible.
Yo he disfrutado mucho ese proceso de aprender lo que realmente te puede quedar bien, comprando cosas que te van a a durar en el tiempo y con una relación calidad/precio adecuada. Las prendas pueden reflejar un estilo, pero me gusta ser yo, con mi trabajo, el que transmita una imagen de mi.Cuando algún colega de profesión que está empezando me pide consejo le digo “No te compres un traje de 250€ porque te va a salir más caro que uno de 500€”.
Juan: Tradicionalmente el hombre se vestía por necesidad y había unos cánones muy marcados respecto a la moda masculina. Eso se ha roto por completo y, como dice Fran, eso ha provocado que el hombre también haya entrado en el consumismo desaforado. Pero a medida que vas madurando cambias algunos comportamientos. Yo antes era muy consumista, y hace ya cierto tiempo que soy mucho más consciente de mi forma de comprar, intento que sea algo que necesito, en lugar de comprar algo simplemente porque puedo.
Me gusta The Seëlk y soy consumidor de la marca porque me ayuda a tener un armario estructurado, con sentido, con la cantidad justa de prendas y a la vez me ofrece muchas combinaciones diferentes.
Juan, sé que eres fan de nuestra marca desde hace años… Yo te venía en Instagram subiendo nuestras corbatas a tu perfil y pensaba “¡Qué estilizo tiene este tío!”
Juan: Os conocí por las redes sociales cuando erais puros corbateros. No te quiero parecer exagerado, pero era una marca diferente, que me abrió la mente, de esas pocas marcas con las que te sientes representado. Vuestras corbatas me fascinaban, ahí empezó mi idilio con The Seëlk, y desde ahí he ido siguiendo de cerca todo vuestro desarrollo.
Es curioso y no sé si tú esto lo sabes Gonzalo, pero mi primera conversación con Fran fue por The Seëlk. Estábamos en el ascensor del despacho de abogados donde yo acaba de entrar a trabajar y Fran me hizo un comentario sobre la corbata que yo llevaba puesta…
¿Tenéis iconos de estilo?
Fran: Para mi hay dos personas en España que tienen un estilo con el que me identifico mucho. Uno es Rafael Medina y otro es una persona que ambos conocemos bien: Enrique Solís. Enrique, es un tío que al verlo en persona te impresiona por su estilo.
Juan: Coincido al 100%. Rafa es espectacular. Y Enrique hace unas combinaciones que yo me digo “joder, yo quiero ser así, pero no me atrevo”. ¡La diferencia es que a él le quedan bien! Los dos tienen estilazo.
VIAJES
Fran: Roma es mi ciudad preferida. Europa se construyó sobre 3 pilares: la filosofía griega, el derecho romano y la religión cristiana. El cristianismo fue la primera religión monoteísta con ánimo expansivo. El judaísmo, que es de donde proviene, tenía un ánimo más introspectivo. A Grecia en cambio no he ido todavía, pero no se conserva tan bien como Roma, donde te transportas al pasado. Además Roma tiene El Vaticano, que es un aliciente adicional extraordinario. Y en línea con esto, el sitio que más ganas tengo de conocer es Jerusalem.
Juan: Yo también elijo Roma, pero por otros motivos. Ese fue el último viaje que hice con mi padre, en el verano del 2010. Él fue allí a impartir clases y fueron una semanas extraordinarias. A los 4 meses de volver falleció, y desde entonces, esa ciudad significa mucho para mi. Además, es un museo al aire libre, y para mi, que me gusta el arte, es un éxtasis permanente. Me gusta mucho también el norte de España, en cualquier época del año. Y siendo practicante de la religión católica, tengo pendiente sin duda ir a Jerusalem.
PERSONAL
Juan, has mencionada antes a tu padre, y su fallecimiento temprano. ¿Qué recuerdas de él y con qué te quedas?
El último año de mi padre fue muy significativo por cosas que pasaron: se cumplieron las bodas de oro de mis abuelos, por fin fuimos a Roma que era un viaje muy planeado pero nunca hacíamos, mi padre alcanzó un reconocimiento profesional difícilmente superable… Y se fue, con 49 años. Yo tenia 14 años, así que me acosté un 31 de octubre siendo un niño y me levanté siendo un hombre.
Recuerdo todo de mi padre. Gracias a Dios pude vivir mucho con él, un tío con una personalidad impactante, siempre con una sonrisa y con valores muy marcados. Esto último es en lo que más intento seguir sus pasos. Recuerdo una vez en Sanlúcar, yo tendría yo cinco o seis años y estábamos en la típica feria del pueblo. Era habitual que hubiera niños haciendo venta ambulante, y había un niño que podría tener perfectamente mi edad. Mi padre me dio un refresco y un bocadillo, yo pensaba que eran para mi, y al dármelo me pidió que se lo entregara a ese niño. Ese recuerdo no lo olvidaré nunca.
Y de tu madre, ¿qué has aprendido?
Que el amor de una madre por un hijo, no tiene límites. Mi madre es un pilar fundamental para mí.
Fran, cuéntame de tus padres.
Mis padres han sido auténticos referentes por su capacidad de trabajo y sacrificio para sacar a nuestra familia adelante. Nunca he escuchado a mi madre quejarse a pesar de las enormes cargas que ha soportado y soporta. Además ha sido una madre muy amorosa y cuidadora. Y mi padre ha sido una persona muy recta, su foco era su trabajo y su familia. Un amigo me dijo algo precisoso sobre él “Tu padre es capaz de ponerse el mono de trabajo y hacerlo bien. Y de ponerse una corbata y también estar en su sitio”. Y es verdad, a pesar del escaso acceso a la cultura que tuvo por sus circunstancias, es una persona con mucho “saber estar”. Desgraciadamente hace unos años le dio un ictus y ya no el mismo de antes.
Ellos me han enseñado que el esfuerzo tiene recompensa. Para mi el verdadero éxito no está en alcanzar una cima, si no en levantarte todos los días para luchar por tus sueños, especialmente cuando se presenta la adversidad. Yo siempre supe que iba a ser abogado y eso significaba que iba a tener que salir de mi pueblo. Mi vida hoy está en Sevilla, pero mis padres y mis amigos de toda la vida de Corteconcepción me hacen mantener los pies en el suelo, y si en algún momento los despego, ellos me los bajan de nuevo rápidamente.
Os pido que para cerrar me deis una cita…
Fran: “La aventura podrá ser alocada, pero el aventurero debe ser cuerdo”, de mi admirado G.K. Chesterton
Juan: “Estamos en la época en que la honorabilidad es la excepción y la traición es la norma”, de Mario Vargas Llosa. Muy acorde a la actualidad.